Así es. Hay películas en las que es tan importante el elemento visual como el sonido y la música. Aparentemente permanecen en un segundo plano tras la imagen. Sin embargo forman parte del guión ya que están ahí, comunicando algo importante al espectador.
Desde la época del cine mudo cuando músicos camuflados tocaban para ayudar a la narración aportando sensaciones y matices al film, hasta las más conocidas, épicas o comerciales bandas sonoras, los buenos compositores siempre han estado presentes consiguiendo en ocasiones un delicioso cóctel, una mezcla a partes iguales imposible de separar en la que la música alimenta a la imagen y la imagen a la música.
No es mal momento para recordar el sonido de Kavinski, una especie de alquimista sonoro a medio camino entre el experimento, lo comercial, el comic y lo mejor de Daft Punk.
En Drive demostró que con un par de sampleos y síntesis digital se puede conseguir el cóctel perfecto alimentando a las escenas del director Nicolas Winding Refn y viceversa:
No es mal momento para recordar el sonido de Kavinski, una especie de alquimista sonoro a medio camino entre el experimento, lo comercial, el comic y lo mejor de Daft Punk.
En Drive demostró que con un par de sampleos y síntesis digital se puede conseguir el cóctel perfecto alimentando a las escenas del director Nicolas Winding Refn y viceversa:
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